¿Cómo invocaré tu nombre, Señor
para qué respondas a mi llamada?.
He dejado padre,
he dejado madre,
he dejado hija,
he dejado lujos
y placeres
¿Qué más quieres de mí?
En la vida diaria
invoco a tu Nombre
mientras cocino o plancho,
friego o paseo.
Ante cada ser que veo
te suplico, te pido
¡Apiádate de mí, Señor!
En este amargo sufrimiento
haz que tu luz llegue a mí
y aleje a la oscuridad
a la que tanto temo
No hay comentarios:
Publicar un comentario