jueves, 28 de octubre de 2010

búsqueda

¿Cómo invocaré tu nombre, Señor
para qué respondas a mi llamada?.

He dejado padre,
he dejado madre,
he dejado hija,
he dejado lujos
y placeres

¿Qué más quieres de mí?

En la vida diaria
invoco a tu Nombre
mientras cocino o plancho,
friego o paseo.

Ante cada ser que veo
te suplico, te pido
¡Apiádate de mí, Señor!

En este amargo sufrimiento
haz que tu luz llegue a mí
y aleje a la oscuridad
a la que tanto temo

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